martes, 28 de julio de 2015

“CHARLIE Y LA FÁBRICA DE CHOCOLATE”, OBRA CLAVE PARA EDUCAR


§  Este artículo me parece interesante a pesar de que no corresponde a la lengua española
EL clásico de Dahl ha sido elegido entre los docentes británicos como uno de sus favoritos.
El clásico de la literatura infantil y juvenil ‘Charlie y la fábrica de chocolate’, escrito por Roald Dahl en 1964, lidera la lista de los cien libros que todo niño debería leer antes de terminar la educación primaria, según una encuesta realizada entre los profesores británicos que publicó este viernes la BBC.
La revista británica de educación ‘TES’ y la Asociación nacional de profesores de literatura han recopilado junto a 500 educadores del Reino Unido los cien títulos imprescindibles para los más jóvenes.
El primer lugar de la lista lo ocupa la novela ‘Charlie y la fabrica de chocolate’, que narra las aventuras del joven Charlie Bucket, que gana uno de los cinco billetes dorados que le permiten visitar la fastuosa fábrica de chocolate de Willy Wonka.
Ann Mroz, editora de la revista ‘TES’, ha pedido a los niños que se resistan a “los encantos de Netflix”, la plataforma que proporciona películas y series de televisión en línea, y “que escapen al mundo de los libros”. “Leer novelas de ficción permite a los niños embarcarse en elviaje de su vida“, señaló.
A la obra de Dahl le sigue ‘Buenas noches, señor Tom’, escrita por la británica Michelle Magorian en 1981, que narra la historia de uno de los niños evacuados desde Londres a un zona rural durante la batalla de Inglaterra en laSegunda Guerra Mundial.
En tercera posición se encuentra el clásico de fantasía de Lewis Carroll‘Alicia en el país de las maravillas’ (1865), que cuenta las andanzas de la joven Alicia después de caer en la madriguera del Conejo blanco.
La lista la completan otros títulos conocidos como ‘Matilda’ (1988), de Roald Dahl, en cuarta posición; ‘El grúfalo’(1999), de Julia Donaldson, en quinto; y ‘Las crónicas de Narnia’ (1956), de C.S. Lewis, en sexto lugar.
“No son algunos de los títulos que podríamos pensar que son para niños, pero estos libros cumplen una gran función: les dan a los jóvenes un lugar seguro donde pueden controlar las cosas que les preocupan, donde se encuentran con el mal, pero un par de páginas después logran superarlo“, declaró Mroz.



lunes, 13 de julio de 2015

¿SABÍAS QUE EN ‘EL QUIJOTE’ SE USARON CASI 23.000 PALABRAS DIFERENTES?





En su libro “El pequeño libro de las 500 palabras para parecer más culto” (Alienta), el escritor español Miguel Sosa Lázaro reunió a más de doscientos autores y doce premios Nobel.
En entrevista con el diario El Mundo, Sosa Lázaro contó que Miguel de Cervantes utilizó casi 23.000 palabras diferentes para construir “El Quijote”. Según él, el ciudadano de ahora solo utiliza 5.000.
“Estamos perdiendo la curiosidad. Ahora, cuando digo una palabra poco común, rara vez me preguntan por su significado y cuando lo hacen me dicen: ¡Qué pedante! ¿Tu ignorancia es mi pedantería?”, se cuestiona el escritor.
Para él es complicado encontrar la palabra uxoricida en la prensa, cuyo significado es: hombre que mata a su mujer. “No usarla, declaró, nos empobrece. Si reducimos nuestro vocabulario se empobrece nuestro pensamiento y, en consecuencia, somos menos críticos”.
En tiempos de las redes sociales y la poca lectura, Sosa Lázaro la resume en una drástica y dramática reducción del vocabulario. “Cuando uno quiere siempre encuentra una razón y cuando no una excusa porque el diccionario está al alcance de todos”.
Justamente las redes sociales han sido parte de la destrucción del lenguaje. El escritor remarca que no se trata de las plataformas sino de los usuarios.
“Hay faltas de ortografía en Internet con las que te sangran los ojos, pero el lenguaje lo descuida el usuario y no la plataforma, y cree que la limitación de espacio en Twitter no potencia la despreocupación por el lenguaje sino la capacidad de síntesis. La economía del lenguaje es una de las bellezas del idioma”, explicó.
Fuente: larepublica.pe


domingo, 5 de julio de 2015

LOS LIBROS QUE MARK TWAIN DICTÓ DESDE EL MÁS ALLÁ



§  Samuel Clemens, más conocido por Mark Twain, murió en 1910.
§  Varias mediums afirmaron estar en contacto con el autor americano.
La publicación de libros póstumos no es una novedad, pero desde luego, que sea el propio autor el que dicte un nuevo libro desde la tumba es, sin duda, algo que llama la atención. Mark Twain, uno de los grandes escritores del siglo XIX en Estados Unidos, murió en 1910. Pues bien, al menos dos mujeres afirmaron haber estado en contacto con él tiempo después de su muerte.
Emily Grant Hutchings practicaba el juego de la Ouija -ya sabéis, el típico tablero con el que comunicarse con los muertos- con su amiga Pearl Lenore Curran cuando esta entró en contacto con Patience Worth, una joven del siglo XVII asesinada por un ataque indio. Curran publicó varios libros basados en las historias de Worth y, por lo visto, eso despertó cierta inquietud literaria en Emily Grant, quien, poco tiempo después, afirmó estar en contacto con el espíritu de Mark Twain. En 1917 publicó el libro Jap Herron, afirmando que era obra del autor americano, lo que le valió la querella por parte de la hija de Twain. La crítica de su época del New York Times no tiene precio:
Si esto es lo mejor que Mark Twain puede hacer cruzando la barrera, lo único que puede esperar el ejército de admiradores que sus obras han ganado para él, es que a partir de ahora respete esos límites
El caso nunca llegó a juicio tras un acuerdo y los libros fueron retirados de la venta y la mayor parte de las copias destruidas.
El otro libro no llegó tan lejos como el de Emily Grant, ya que Mildred Swanson, miembro de la Sociedad Psíquica del Medio Oeste, lo que hizo fue escribir un diario en el que recogía sus conversaciones diarias -también vía ouija- con el espíritu de Samuel Clemens. El diario apareció publicado bajo el título de God Bless You, DaughterQue Dios te bendiga, hija– que, según ella, era como siempre se despedía al terminar una sesión. El libro, al final, no acabó por ver la luz en una editorial y fue autoeditado.
Lo curioso sería saber qué habría dicho el propio Twain de estas dos situaciones, teniendo en cuenta el carácter vehemente, jocoso y nada dado a creer en lo paranormal del genial autor sureño. Sin duda, más de un dardo envenenado habría salido de su pluma para acabar en el cogote de alguna de estas dos señoras.




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