1. Nunca sales de casa sin coger
un libro.
2. De hecho,
puede que te conozcan por ir a los restaurantes, al cine, y al bar con un libro
bajo el brazo.
3. La idea
de una mudanza te parece extremadamente estresante; sólo de pensar en que
tienes que apilar, empaquetar y cargar tus numerosos y preciados ejemplares.
4. En
realidad, podrían llegar a diagnosticarte síndrome de Diógenes, pero es que no
puedes hacerte a la idea de tener que deshacerte de tus ediciones de lujo.
5. Es más,
prefieres comprar otro ejemplar para tu amigo con tal de no dejarle un libro
tuyo…
6. …porque,
de todos es sabido que no hay cosa peor que las páginas manoseadas, arrugadas y
dobladas, y eso si consigues que te lo devuelvan.
7. Pero eso
no te impedirá seguir siendo odiosamente intransigente y terco con tus libros
favoritos.
8. Las
vacaciones son una excusa más para compartir clásicos y grandes olvidados de la
literatura con tu familia y amigos. Y da igual que su mirada sea de decepción
al recibir Guerra y paz en vez de un aparato tecnológico o incluso una bonita
corbata, por poner un ejemplo.
9. Mucha
gente tiene un equipo de fútbol favorito. Mientras tanto, tú prefieres hablar
de tus traducciones favoritas.
10. De
hecho, si los autores tuvieran tarjetas comerciales, tú las coleccionarías
todas.
11. Las
biografías de autores y Wikipedia son para ti como los tabloides del famoseo.
12. …aunque
una parte de ti puede que sólo esté interesado en saber cómo los escritores han
conseguido hacerse tan famosos, porque, en el fondo, estás convencido de que
estás a un paso de convertirte en un gran novelista.
13. Una mala
adaptación cinematográfica puede echar a perder tu verano.
14.
Encontrar una errata en un libro es peor que escuchar el chirrido de una uña
arañando una pizarra.
15. Nada de
pasteles recién horneados; tu olor favorito es el de un libro antiguo.
16. Tu
opinión sobre el libro electrónico frente a un libro real es clara y firme…
17. Pero, a
pesar de tu postura inamovible, acabaste comprándote uno…
18. Sobre
todo, cuando lo viste en el escaparate de tu librería de confianza.
19. Las
librerías de los aeropuertos te sacan de quicio: pastas de pésima calidad,
traducciones fatales… Pero aun así, seguirás acudiendo allí para tener un libro
a mano durante el vuelo.
20. El
límite de peso en la maleta puede ser un problema. ¿En serio creen que es
posible guardar todos los libros en el equipaje de mano?
21. A la
hora de elegir piso, una gran librería cerca es un incentivo mucho mayor que
una bonita fachada.
22. Algunos
de tus mejores recuerdos de la infancia son los momentos de lectura compartida
con tus padres.
23. Algunas
personas adoptan un animal abandonado, pero tú eres más de adoptar libros.
Toparte con un clásico abandonado en cualquier lugar te lleva, inevitablemente,
a preguntar si puedes quedártelo.
24. Tu mayor
fantasía es conocer a alguien interesante en una librería.
25. Y te
encanta juzgar a los demás en función de cómo organizan y clasifican sus
estanterías.
26. Te
sientes sorprendido, confuso y decepcionado cuando tu vida no sigue un orden
lógico narrativo. “¡No me esperaba esto!”, te lamentas cuando tus amigos
cancelan los planes para la cena… así que decides meterte en la cama y leer por
enésima vez tu libro favorito.
27. “Pero,
¿qué te gusta hacer para divertirte?”, te preguntan a veces. Resulta que mucha
gente no entiende que la lectura es una forma de diversión.
28. Además,
sostener libros como Los pilares de la Tierra durante horas es un buen
ejercicio para ganar musculatura en los brazos.
29. Un
audiolibro te parece la banda sonora ideal para un viaje.
30. Te
cogiste un día libre cuando salió la última entrega de tu saga favorita.
31. Y una
noche de viernes perfecta incluye una copa de vino, un buen sillón y un gran
libro.
FUENTE: http://www.culturamas.es/
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